lunes, enero 29, 2007

I dont believe you

The strange passion of a backbencher when he goes to the supermarket and finds out all the troubles has caused to his country and likely to the world.
While his wife is thinking of the consequences of this behaviour, something is going to happen, and it's going to be serious...

la victoria postrera

La semana pasada, Javier Krahe, llenó el Teatro del Mercado de Zaragoza de público, ironía y música.
Puede que la duda todavía planee: ¿triunfo o fracaso? ¿Adaptación al medio? ¿Maestro de un género o fugado de otro? Pero Krahe merece la pena así, porque de esta forma es único. Se sabe que con una buena producción y la intecion de fabricar un disco considerado "serio", "poético", "melancólico", "comprometido", podría hacerlo de sobra. Pero, ¿qué ganaríamos con eso?
Javie Krahe ha seguido un camino muy distinto al de Joaquín Sabina, pero es inútil juzgar si mejor o peor. Es delicioso presenciar uno de sus conciertos: te coloca con los pies en el suelo, borra dramas neuróticos innecesarios... De las teorías de Marcusse a la geometría, de Kafka a Homero, de treintañeras solitarias a infidelidades compulsivas... Todo cabe entre el humor, la poesía y la tenacidad de seguir por donde su lápiz mejor se mueve.

sábado, enero 20, 2007

Una serie de trágicos éxitos

Nacho Vegas defendió lo mejor de su repertorio ayer en el teatro club Oasis, en Zaragoza, España. El cantautor que quiso nacer en Estados Unidos logró que la hora y media que se dilató sobre el escenario no se convirtiera en un aburrimiento inapropiado para un viernes noche, especialmente en la segunda parte de su concierto, cuando el público comenzó a responder a los efectos del alcohol y la marihuana consumida hasta el moemento.
Un espectáculo en clave acústica y exento de discursos, presentaciones y monólogos. Sólo canciones inacabables, sin rima ni altibajos, pero con un encanto nacido de la seguridad de la muñeca que las redacta.
Antes, el artista Bigott, un Lou Reed de la depresión del Ebro, lidió como telonero con entereza, y se marchó silbando ante un público despistado.

Los objetivos y los sueños se pueden cumplir o no en la vida, pero la ropa no se puede dejar mucho tiempo en la lavadora antes de tenderla.

Alguna vez fue Navidad en la ambición de un niño

periodismo
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